Un nuevo invento
pretende darles la oportunidad a las personas que no quieren continuar viviendo
que dejen de hacerlo. ¿Cómo? Mediante una montaña rusa especialmente
diseñada para matar a los 24 pasajeros que viajen en ella.
Este invento
descabellado y bastante polémico, fue ideado por Julijonas Urbonas, ingeniera y
estudiante de doctorado en el Royal College of Art de Londres. Es una
oportunidad de que las personas se suiciden con extravagancia y adrenalina, y
según con elegancia.
El proyecto lleva
el nombre de “Euthanasia Coaster” y se originó en la mente de Julijonas, quien por algún tiempo trabajó en un parque de
diversiones.
¿Cómo funciona?
El viaje consiste
en una subida de dos minutos hasta alcanzar los 510 metros de altura, al llegar
a la cima viene una fuerte caída a una velocidad de 360 kilómetros por hora
hasta los 500 metros, cerca de la velocidad terminal, justo antes de sufrir una
aceleración súbita en la primera de las siete espirales ubicadas en el diseño.
Estas condiciones
extremas provocan en el pasajero la falta de oxígeno en el cerebro durante 60
segundos, visión negra, pérdida de conciencia y finalmente la muerte cerebral y
corporal.
El mecanismo es
muy similar a las pruebas de ‘centrífuga humana’ en la que los pilotos de
combate simulan las duras condiciones de un pilotaje real. En esta prueba los
aspirantes se colocan en el interior de un pequeño habitáculo y se les hace
girar sobre un eje fijo. La velocidad provoca que la fuerza de la gravedad (que
medimos en ‘Gs’) se multiplique hasta alcanzar valores de 6Gs o mayores, es
decir, 6 veces la fuerza de la gravedad normal. Esta dura prueba pone al cuerpo
humano al límite de su aguante, como puedes ver en el siguiente vídeo.